El funcionamiento básico del mercado eléctrico se debe diferenciar en dos niveles: la gestión del suministro de la misma y el suministro físico de la energía.
Una vez esa comercializadora conoce sus necesidades de compra, debe adquirirlas en el mercado mayorista eléctrico (POOL) o adquirirlo directamente de los generadores (CONTRATO BILATERAL). Una vez ha realizado esas adquisiciones, la electricidad pasa a su fase de suministro físico. Esta compra se realiza el día anterior al del servicio de suministro, y se hace en base a previsiones de consumo que hacen las comercializadoras para sus clientes.
En el primero de los niveles, se realiza el proceso de compra venta de la energía que debe ser suministrada a cada cliente consumidor. Este consumidor, debe tener un contrato de suministro “físico” (CONTRATO DE ACCESO A LA RED), que debe ser firmado con la distribuidora eléctrica (dueña de las redes de distribución eléctrica locales) para el suministro en sí mismo, y con una comercializadora para que ésta gestione la compra de la electricidad de su suministro en origen, y se encargue de “ordenar” a la suministradora física (distribuidora) que haga llegar a ese cliente una cantidad de energía determinada.
Por último, los generadores reciben del operador del mercado OMIE las consignas de ventas que han sido casadas en el mercado SPOT (debe notarse que la suma de todas las generaciones programadas debe ser igual a la de todos los consumos previstos).
En la práctica, y para minimizar la complejidad de tener dos contratos, la comercializadora firma ambas partes en un mismo contrato (CONTRATO DE SUMINISTRO ELÉCTRICO). De este modo, la comercializadora asume la posición de sustituto del consumidor, pagando a la distribuidora la parte de la factura propia del coste de transporte de la energía física (peajes eléctricos).
Desde la liberación del sector eléctrico se separaron
los agentes de mercado eléctrico.
Generadores, Distribuidores y Comercializadores se diferenciaron.
Los encargados de generar la electricidad: solares, eólicas, hidráulicas, térmicas, nucleares, ciclos combinados, etc… acuden a un mercado común (OMIE) a vender su energía.
Localizadas por zonas geográficas son las dueñas de las instalaciones por las que se trasporta la energía. Como consumidor, siempre pertenecerás a la misma distribuidora y será la encargada de la calidad de tu suministro.
Son las empresas con las que tienes que contratar como cliente, se encargan de gestionar la compra de energía en el mercado (OMIE). Como consumidor puedes elegir la comercializadora que prefieras sin riesgo a que varíe la calidad de tu suministro o se produzcan cortes, puesto que esto seguirá dependiendo de la distribuidora de tu zona.